ibon•donostia
El otro día me apunté a una excursión por el río Urumea, que
desemboca en San Sebastián, en la que en zodiac nos desplazamos prácticamente
desde el mar hasta unos 6 kms río arriba, llegando al municipio de Astigarraga
( sí, el pueblo de las sidrerías).
Durante el recorrido nos mostraron la relación de la ciudad
y sus arquitecturas con el río y cómo ha ido variando con el paso del tiempo…
Cómo, en la zona cultivos y boscosa de Astigarraga, la
relación con el río es directa mediante taludes naturales y zonas inundables.
Como en Martutene, actualmente barrio de la periferia de
Donosti, existen increíbles casas de campo con jardín del periodo preindustrial
y, a pesar de que el río está encauzado, disfrutan de acceso directo mediante
escaleras y embarcaderos propios, de cómo fueron las antiguas plazas de los pueblos Martutene, Loiola… ya que el río se entendía como lugar de ocio donde
bañarse, con el jugando a la kukaia en las fiestas…
Cómo, después en la época industrial, eran las fábricas las
que buscaban asomarse a primera fila de río en busca de fuentes de energía como molinos, medio de transporte de materias primas o productos acabados (y también
a veces como escombrera…) y, a su vez, nos hablaron de cómo las viviendas comienzan a dar la
espalda al río por ser fuente directa de infecciones.
Esto ha sucedido en casi todas las ciudades, en mayor o
menor medida, en Madrid hasta hace muy poco, el río Manzanares era un gran
desconocido, había que ir en su búsqueda hasta que hace poco decidieron abrirse
a él mediante una obra de dimensiones brutales, aunque eso es otra historia…
Por último, está el temor que hemos tenido y seguimos
teniendo a las inundaciones.El invierno pasado el Urumea provocó daños que afectaron a unas 2400 personas, por lo que lo más habitual en las ciudades, aunque no den la
espalda al río, es mantener con éste una relación lineal muraría, tipo castillo
medieval con acceso esporádicos mediante escaleras.
Éste es el caso de la mayor parte de la zona urbana de San
Sebastián, teniendo en cuenta que la ley de costas no permite construir, salvo
excepciones, a menos de 50 metros del borde de las rías se pueden buscar varias
alternativas.
En un pequeño tramo del río se sustituyó el muro habitual
por una escoyera de tendida pendiente que permite, por un lado, que la vegetación
crezca entre las rocas, y por otro, hacer el acceso más accesible, tanto desde dentro
como por fuera del río, para que los animales puedan aproximarse a la orilla y anidar … (así como el acceso humano para pescar,refrescarse…!)
En Valencia, corregidme si me equivoco, tenían tanto miedo
al río que decidieron cambiar el cauce del Túria, después le han dado un uso a
mi juicio muy positivo, pero eso da para otro post y supongo que los
valencianos podréis ilustrarnos.
Además, lo que aquí se discute es la relación
ciudad río que en este caso…desaparece.
En algunas ciudades se han llevado a cabo soluciones
intermedias, en Paris, por ejemplo, se encauza el río con muros medievales pero
a cota de río, se hacen paseos y zonas de
ocio inundables en época de crecida, pero totalmente transitables el resto del
año creando playas artificiales en verano, embarcaderos…
Simplemente os recomiendo que os animéis a conocer las riberas de los ríos que atraviesan nuestras ciudades y si tenéis la posibilidad, alquilar una piragua o alguna embarcación y dar un paseo a través del agua, ya que el punto de vista cambia muchísimo.
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