Llovía
Un viaje en tren desde el aeropuerto a la 'ciudad'.
Grabando la periferia de Barcelona desde la vía del tren, aparecieron a mis espaldas tres figuras masculinas de distintas partes del mundo con diversos instrumentos.
No solo tocaban, sino que animaban a la gente a interactuar a partir de sus llamamientos.
No me quedé con el nombre de la banda (tienen grupo y todo), pero quizás sea mejor porque no sé cómo es de legal hacer esto en un tren.
La actuación hizo a la gente levantar la cabeza y removerse en su asiento y sonreir y sentirse parte, y evadirse por unos minutos, y aplaudir, y opinar, y, y...¡ay morena! ya no sabíamos si estábamos en un tren, en una plaza, en el Llobregat, en Buenos Aires o en La Habana.
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