viernes, 17 de junio de 2011

PERDIENDO HORIZONTES · Postales desde Barcelona

Clara Nubiola · Barcelona















El horizonte de Barcelona sigue cambiando.

Ese horizonte entre tierra y mar.

Te subes a una montaña.
Al Carmelo, por ejemplo.
Y miras hacia abajo.
Y ves tres cosas.
La ciudad, el mar y los edificios que tapan al mar.

Antes eran pocos y los que eran,  los sentía para siempre y desde siempre.
Edificios conocidos, numerados e incorporados.
Pausas en el mar que creaban silueta.

Fue una generación de edificios.
La tuya, me dirán algunos.
Yo la sentía para siempre y no me molestaban porque no recuerdo a Barcelona sin ellos.

Fueron protagonistas.
Durante los Juegos Olímpicos y años después.
Reproducidos en gorras, llaveros, platos y banderas.
La silueta del mar de Barcelona desde tierra.
La silueta de la  ciudad de Barcelona desde el mar.

Pero desde hace un tiempo algo está cambiando y aunque es lento, lo intuyo imparable y “sutil”.
Las leyes de costas (de gran utilidad visto el Hotel Vela que se han sacado de la manga diciendo si, si, aquí si que se puede) y otras supuestas protecciones pueden lograr que no se construya en la arena misma -cosa que, seguro, muchos estarían dispuestos a hacer concluyendo que es bueno para el edificio y su elasticidad- pero no pueden impedir que vayas perdiendo porciones de mar.

Los nuevos edificios se construyen a una distancia del mar pero crecen las alturas y los volúmenes y se pierden horizontes. Donde antes había mar, ahora hay hormigón.

Diagonal Mar, un esperpéntico grupo de edificios que parecen sacados de alguna era comunista. Gas Natural y sus extrañas cristaleras que deberían fundir al edificio con el cielo pero que visto desde lejos, lo convierten en una mole negra y compacta. El Hotel Vela del que ya no hablo. El bloque blanco de edificios que están haciendo en la Barcelona y la grúa que se intuye a la izquierda y suma y sigue aunque no mucho que no quiero exagerar.

Perdemos mar.

Perdemos horizonte.

Y quizás un día, mirando desde el Carmelo, ya no sea ciudad, silueta, mar.
Y quizás sea ciudad, muro, stop.

De momento seguiremos observando.

1 comentario:

  1. por suerte el imaginario colectivo siempre podrá contra la construcción masiva, y la imagen mental de la Barcelona con el 73% de horizonte siempre prevalecerá!

    ResponderEliminar

ÚLTIMAS ENTRADAS