martes, 5 de abril de 2011

sociedad+arquitectura.


El sábado pasado tuvimos un debate participativo con la gente de la Escuela de Arquitectura de Málaga. Susana García Bujalance nos introdujo en el debate hablando de arquitectura y sociedad, complementándose su ponencia con la de Alejandro García Ramos que explico como funciona y que pretende por ahora la plataforma de acción ciudadana MALAGA PROPONE.

Aquí os dejo la presentación que hizo, enlace:

http://prezi.com/dyfqioqwn9x0/malaga-propone/

Después del debate y en paralelo me rondan las siguientes cosas por la cabeza que me gustaría compartir con vosotros

Al hacer cómplice a la sociedad en el proceso de proyecto surgen nuevas formas de actuar ante el proyecto, estas formas todavía no están muy claras.

El arquitecto se convierte en un elemento canalizador de la opinión social, de los estudios hecho por profesionales, Ya que ahora el arquitecto no actúa en solitario sino que debe contar con demás profesionales desde sociólogos, asociaciones de vecinos etc..,y complementarse con ellos para al final resolver una situación y crear otra mas en consonancia con la opinión social.

Es un proceso de proyecto complejo, que se mueve en diferentes ámbitos, que a su vez funcionan como un sistema.

El punto mas interesante de escuchar a la sociedad es conocer de primera mano que opina la gente sobre la actuación futura que vamos a realizar, esto da lugar a una inmensidad de opiniones en principio todas validas, en este punto se produce una de la primeras cosas que me inquietan y que me gustaría que entre todos pensáramos;

¿Cómo podemos escuchar a la sociedad y materializarlo en un modelo tangible?

Esta diversidad de opiniones debe ser traducida al fin y al cabo en una respuesta material.

.

FORMA

FUNCION

SISTEMA.

¿Es la forma algo intrínseco a cualquier proceso? Los diferentes estudios análisis interpretación de materias implícitas etc ¿nos llevaran a determinar una forma ligada a la función?

Es inevitable que nuestro proyecto tenga una forma y que funcione de una manera en principio determinada o que tenga un código abierto,

Pero si además incorporamos a forma y función, el sistema obtendremos cualidades en el proyecto más adecuadas a la realidad en la que vivimos ¿no creéis?

Otras cuestiones que me interesa pensar con vosotros es tratar los proyectos como optimizadores de relacion, lo normal al diseñar es pensar en las personas que va a utilizar ese espacio, esa ciudad, pero ¿Hasta que punto pensamos en las personas?

Me parece muy interesante pensar en los espacios como sistemas de relación, creo que un espacio donde se consigue esto es total mente un espacio de éxito.

SANAA hablan de su arquitectura desde un nuevo concepto de hábitat adaptado a las nuevas necesidades contemporáneas, através de su arquitectura son capaces de cambiar las formas de vida de una persona o las relaciones entre sus habitantes cuestionando los conceptos heredados de nuestros padres conceptos de intimidad, conceptos de relación, conceptos familiares etc…(sacado en parte del articulo reinterpretando los valores estéticos tradicionales escrito por Kristine Guzman en casas kazuyo Sejima + Ryue Nishizawa,libro editado por el MUSAC)

Debemos plantear nuevos espacios basados en nuevos conceptos y con nuevos objetivos.

También se puede ver desde otro enfoque y es cuando un espacio que no funciona en un determinado momento, empieza a funcionar cuando cambia la sociedad, por ejemplo en los buhardillas o áticos, antiguamente nadie los quería por que había que subir escaleras hacia frío etc.… pero hoy en día las buhardillas son lugares muy apreciados por todos,otro ejemplo serian las inmigraciones _migraciones que se han producido dentro de las ciudades a los barrios del extrarradio o los barrio del centro o viceversa.

Muchos de estos pensamientos que aquí escribo son compartidos con los chavales de Málaga Propone.

Me gustaría darles las gracias desde aquí a la gente de Málaga propone a Susana y a Daniel Navas.



2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Es interesante la reflexión. Creo que las tres, llamémoslas variables, deberían ser difícilmente disociables, para no entorpecer su ejercicio en la máquina social (creo que la arquitectura tiene mucho de eso) También me apunto esa iniciativa práctica de hacer de la profesión un ejercicio de carácter democrático. Yo siempre he pensado que la buena arquitectura es socialista, en el sentido genérico, y lo que se sale de esas coordenadas acaba sirviendo a fines y elementos bastante siniestros.

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