jueves, 10 de marzo de 2011

Las piezas de Valencia


BUUUUUUM!! BAAAAAAANGGG!! FUEGoooOO! FUEGOooooOO!!!

Un atentado terrorista?? Al Qaeda??? El fantasma del 23F??? (¡Ojo! Aquí sacaron los tanques…) O quizás la esperada revolución del Pueblo unido luchando por sus derechos?? Nada más lejos de la realidad: son las fallas en Valencia, una nueva oportunidad para creerse un guerrillero en el mismísimo frente de batalla.

Esculturas de dudoso gusto, derroche de iluminación, churros y fritangas a precio de oro, Petardos, petardos con pólvora, paellas (sin pescado por favor), verbenuchas bakalaeras con sus respectivos Mascachapas (tan típicos del lugar que deberían aparecer en las postales), etc.

Afortunadamente, nuestra fiesta grande no dura para siempre. Desgraciadamente, los mandamases de la ciudad ya se han ocupado de salpicar el resto del año con maxi-ferias y macro-eventos (el circuito urbano de Fórmula 1, la America’s Cup, festivales de música deficitarios, la visita papal y los encuentros de familias…), muchos de ellos celebrados bajo el marco incomparable de las súper-arquitecturas y mega-estructuras construidas para tal fin (con Santiago Calatrava como máximo estandarte). Y es que Valencia gusta de hacer las cosas a lo grande.

Y precisamente esa grandeza es lo que se están empeñando en vender. La administración parece no entender que Valencia, una ciudad mediana de clima templado, costera pero de espaldas al mar, con un río verde y seco y un montón de pueblos absorbidos, no necesita avenidas como pistas de aterrizaje, no necesita el mayor acuario de Europa, no necesita una ópera de 37000 metros cuadrados ni tampoco torres salpicando la costa.


Lo que necesita quizás es más modestia y humildad.

Pero no todo está perdido, porque Valencia es por suerte muchas cosas más. Y nosotros vamos a encargarnos de demostrarlo.

Lejos de la imagen superficial y sin ningún arraigo que la nostra Generalitat intenta trasmitir os podemos asegurar que Valencia sigue teniendo cosas buenas y verdaderas. Para averiguarlo hace falta venir aquí, caminar, perderte y por fin descubrirla, porque esas zonas, casas, calles y gentes no están en las guías ni salen en los medios o en los anuncios de turismo, si no que se mantienen al margen del bombo y platillo, haciendo su marcha, sin molestar y luchando para no ser molestadas.

Valencia, contrariamente a lo que algunos por aquí alardean, no es una ciudad en absoluto, sino más bien un collage de barrios independientes, cada uno con su propia imagen, tradiciones y cultura. Y donde decimos barrios, para ser más justos, deberíamos decir pueblos. Ellos son los que tienen vida y los que te alegran el día, con sus señoras mayores cogidas del brazo para las cuales ir al centro no es ir al centro, sino bajar a Valencia, con sus calles estrechas y sus aceras ridículas, su personalidad y carácter urbanos, sus bares pequeños y baratos.

El resto, lo que queda en medio, los barrios cremallera que supuestamente debían cerrar y conformar el conjunto de ciudad… vacío, vacío de calidad podríamos decir. Esta idea guarda cierto símil con el macrocosmos (y por ende microcosmos) formado por estrellas, y en medio, la nada.


Os invitamos a seguir atentos al blog, donde poco a poco descubriremos, nosotros incluidos, las piezas del puzzle y los huecos entremedio, que, algunos afirman, forman un lugar llamado Valencia.

4 comentarios:

  1. eee...que chula descripción!!!!...difícilmente conseguireis terminar el puzzle...porque la última vez que fui...me traje una pieza...(cada vez que abro en cajón y la veo...se que tengo que volver...)...! AMUNT!!

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  2. amunt uxu! :)
    ya sabes que puedes volver cuando sea, y aunque no lo completemos podemos dar un paseo y encontrar alguna más.

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  3. El recuerdo de los paseos en bici por los jardines del Turia y las callejuelillas me dejó buen sabor de boca....pero se me está yendo de tanto lavarme los dientes!! así q habrá que volver XDD Bonito post,Salva!!

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  4. El poder quiso matar a Valencia. Y a menudo creo que lo consiguió, porque la que conocí de niño, parece esconderse muy bien...

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